Por Juan Tomás Valenzuela
Leí en un diario local,
que el jefe de Migración
ya tiene casi un millón
de gente para votar.
Que los van a empadronar
a todos debidamente,
por si acaso el presidente
decide repostularse,
sus votos puedan usarse
para ganar facilmente.
Una fábrica de votos,
perdón, de dominicanos,
ya ha armado por trasmano
y hay un tremendo alboroto.
Uno apellido Cecotto,
al que le dicen el chamo,
que me juró ser mocano,
de la sección de San Vito,
y un grupo de morenitos
que dicen no ser haitianos.
Una señora oriental
que dijo ser de Bonao,
y un barbudo entabacáo
de la región de puñal.
Otro que no pudo hablar
porque no entiende el idioma,
que dijo ser de la loma
donde está la Barrick Gold,
además de otro señor
desendiente de Mahoma.
Dijo Juan Miguel Castillo,
… ese mismo, Pantaleón,
que han armado un problemón
con los carnets, estos pillos.
Que el caso no es tan sencillo
como dice Migración,
que la carnetización
si no está documentada,
es igual que no hacer nada
y se presta a corrupción.
26 octubre 2017